Los fiscales de los estados brasileños de Minas Gerais y Paraná llevaron a cabo ayer una investigación generalizada contra numerosas grandes empresas cafeteras, alegando evasión fiscal, lavado de dinero y otras actividades delictivas.
Denominada «Operação Expresso» u Operación Expresso, la acción policial incluyó 35 órdenes de arresto temporales, 124 órdenes de registro y captura y 61 órdenes de congelación de activos. Las empresas cafeteras objeto de las detenciones y registros incluían a 39 comerciantes, corredores, tostadores, grupos de productores y empresas fantasma con sede en cuatro estados brasileños.
Los fiscales estiman que un esquema de evasión fiscal interestatal que involucró facturas falsas, sesgadas o faltantes en el comercio de café verde resultó en la pérdida de aproximadamente mil millones de reales brasileños (aproximadamente $178 millones de dólares) de las arcas públicas, según un anuncio del Ministerio de Estado de Minas Gerais.
La fiscalía no ha citado a ninguna de las empresas presuntamente involucradas, aunque señalaron que la operación estaba dirigida a “importantes mayoristas y corredores de café en grano de Paraná, así como a transportistas, propietarios y representantes de tostadores paranaenses conocidos en la industrias cafeteras nacional”.
El café en cuestión provino de productores y cooperativas de Minas Gerais y Espírito Santo. Las autoridades alegan que algunos grupos de productores participaron a sabiendas en el plan.
La policía no ha identificado a ninguna empresa internacional como parte del supuesto plan de evasión fiscal. Un informe de Reuters ayer sugirió que parte del supuesto comercio interestatal involucrado en el esquema puede estar vinculado al comercio de café robusta en la producción nacional de café soluble.